La evolución del diseño en Retail

Estos son algunos de los factores que desempeñan un papel crucial en el desarrollo del diseño comercial:

El cambio de actitud de los clientes hacia las compras

Para empezar, los clientes están cambiando su opinión sobre las compras: mientras algunos prefieren la comodidad de las compras en línea, a otros les gusta recorrer diferentes tiendas para encontrar el artículo perfecto. Sin embargo, a la hora de diseñar un entorno comercial, los clientes que visitan las tiendas pueden dividirse en dos categorías distintas. El primer tipo incluye a los clientes que saben exactamente lo que quieren y dónde buscarlo. En este caso, están influenciados por comunidades afines o han investigado en Internet sobre lo que quieren comprar y dónde pueden encontrarlo. Por otro lado, tenemos a los compradores indecisos y a los que van en busca de inspiración, ya sea para darse un capricho o para regalar. Estos consumidores quieren experimentar la sensación de descubrir algo nuevo. Para atenderlos, el surtido de productos debe situarse en un entorno claramente inspirador. Es importante que los comerciantes recuerden que no todos los visitantes buscan comprar algo. Muchos de ellos sólo pasean, tratando de inspirarse para su próximo look. Es entonces cuando un espacio comercial bien diseñado puede conducir a la conversión.

Combinar el comercio electrónico con la venta tradicional

Las marcas tienen que darse cuenta de que no pueden competir con la rapidez, la eficacia y la comodidad de las compras en línea; si lo intentan, están abocadas al fracaso. Deben combinar ambos aspectos para ofrecer a los clientes una experiencia integral. El mayor uso de tecnologías de inteligencia artificial y la integración de dispositivos domésticos inteligentes está mejorando el entorno digital cada día. Sin embargo, todavía no se ha aprovechado el potencial de integrar todo esto con un entorno físico de venta al por menor de forma impactante.

Crear espacios auténticos, sostenibles y relevantes

Para convencer a los consumidores de que son el reflejo de un negocio moderno con prácticas de vanguardia, las marcas deben invertir en la creación de espacios auténticos que sean relevantes para la experiencia y sostenibles al mismo tiempo. Desde la paleta de colores hasta los materiales de construcción, pasando por la decoración recuperada y los dispositivos de iluminación de bajo consumo, todos ellos contribuyen a definir la identidad de una marca. Los miembros del personal y los visitantes prefieren los entornos sostenibles porque prolongan el tiempo de permanencia y aumentan el bienestar de una forma u otra. A diferencia de lo que ocurría antes, a las marcas ya no les interesan las conversiones rápidas. Ahora, invitan a los clientes potenciales a entrar en las tiendas para que prueben cosas e interactúen con los productos. Piensa en las tiendas de Apple, su enfoque de espacio público es un gran ejemplo de esta filosofía de venta al por menor.

Validación social

Cualquier minorista admite lo importante que es que sus clientes confíen en él. Utilizando técnicas como el contenido generado por los usuarios y las reseñas, la fidelidad del público puede aumentar. Plataformas gratuitas y accesibles como Instagram y YouTube dan a las marcas exposición a través de contenidos generados por los usuarios, como imágenes, historias, reseñas en vídeo y vídeos de terapia de unboxing. En una época en la que el boca a boca influye en las decisiones de compra, los comentarios de los usuarios sobre una marca repercuten en última instancia en los futuros compradores. Por el contrario, los clientes satisfechos que publican una experiencia positiva son los mejores embajadores de una marca, porque la comunidad confía en ellos y son "personas reales".

El factor hacer el bien, sentirse bien

Debido a la demanda de las nuevas generaciones de mejores prácticas empresariales y productos sostenibles, las marcas están aprovechando el fenómeno "Haz el bien, siéntete bien" integrándolo en sus prácticas. Muchas marcas obtienen certificaciones de organizaciones de comercio justo y otros organismos para demostrar a los consumidores que el producto no procede de la explotación. Ya sea de comercio justo, no testado en animales o incluso afiliado a una ONG. Por ejemplo, la iniciativa "One for One" de TOMS. Los compradores tienen la satisfacción de que cada vez que compran un par de zapatos de la popular marca, un niño empobrecido también recibe un par. Del mismo modo, cada vez que venden gafas, parte de los beneficios se destinan a la restauración de la vista en los países en desarrollo. Como diseñadores responsables, nos comprometemos a preservar el medio ambiente y a contribuir a una sociedad sostenible.